¿Puede Alguien Por Favor Detener la Plaga de Podcasts, VideoCasts, Espacios de Oficina Aburridos y la Terrible Edición de Vídeo y Sonido? (Por Favor)

nota de la pIPA:

este es un articulo anonimo QUE HEMOS RECIBIDO Y QUE publicamos en clave de humor .

no prentendemos ofender a nadie!

DICE ASI:

A ver, ciudadanos Post-Digitales, ¿podemos hablar? Y cuando decimos “hablar”, nos referimos a comunicarnos realmente como personas normales, no como máquinas automáticas de contenido. Estamos en una era Post-Digital, donde deberíamos haber aprendido a utilizar la tecnología para mejorar nuestras experiencias y no para vaciarlas de toda pizca de energía. Parece que colectivamente hemos decidido tomar las formas más emocionantes de comunicación—audio y vídeo—y reducirlas a un eco vacío del entusiasmo que tuvimos allá por 2015. Es una plaga, y creemos que es hora de que nos inmunicemos contra el mal contenido.

La Epidemia de los Podcasts: Un Grito Colectivo de Auxilio

Cada mañana, mientras revisamos nuestras aplicaciones de podcast (porque sí, estamos tan comprometidos con la multitarea de audio como cualquiera), vemos una lista interminable de programas que prometen “análisis profundos”, “conversaciones perspicaces” y “consejos de expertos”. Pero, ¿qué es lo que realmente recibimos? Dos personas—que suenan como si acabaran de tomarse un bote de somníferos—hablando de las bondades de las rutinas matutinas con el mismo entusiasmo que el de ver cómo se seca la pintura. ¿Por qué? Porque, al parecer, si un podcast no tiene al menos dos horas de silencio, no es lo suficientemente “auténtico”.

Y ni hablemos de la edición. ¿Es que todos se han olvidado de la “postproducción”? Un minuto estamos escuchando a alguien respirar fuerte en el micrófono como si estuviera corriendo una maratón mientras graba, y al siguiente está tan en silencio que casi se puede oír el suspiro colectivo de aburrimiento que resuena por todo el país.

La Invasión de los Micrófonos Grandes: Espuma por Doquier

Hablemos ahora de la epidemia de micrófonos gigantes. Ya sabéis, esos monstruos cubiertos de espuma que invaden cada configuración de grabación, haciendo que cada podcaster parezca que está audicionando para un puesto de comentarista de radio. A menos que seas un gamer o planees narrar un documental de guerra, estamos bastante seguros de que no necesitas un micrófono que podría servir como pesa de gimnasio.

Estos gigantes cubiertos de espuma se han apoderado del espacio digital, como si su tamaño implicara credibilidad. Aviso: no es así. Y a menos que estés transmitiendo en directo desde la Estación Espacial Internacional, la “espuma de autoridad” no es necesaria. Así que, quizás, solo quizás, podríamos reducir un poco las cosas—porque la mayoría de nosotros solo estamos hablando al vacío, después de todo.

VideoCasts: El Equivalente Visual de Ver Crecer el Césped

Pasemos ahora a los videocasts, ese intento audaz de hacer que los podcasts sean “visuales”. Aviso: mirar dos caras asintiendo durante 45 minutos solo es emocionante si eres un apasionado de las competiciones de parpadeo. ¿Nos perdimos la nota de que cada videocast tiene que tener la energía de una oficina de tráfico?

Y no podemos ignorar los desastres técnicos. Cuando la mitad de la pantalla parece estar transmitiendo directamente desde los primeros años de los 2000 (hola, pixelación, mi viejo amigo), y el audio se sincroniza justo a tiempo para los créditos finales—bueno, empezamos a pensar que tal vez el género de true crime es el único que todavía tiene algo de pulso. Y no, no estamos abogando por los misterios de asesinato; estamos sugiriendo que quizás sea hora de poner “videocasts aburridos” en la investigación. Es un misterio que merece la pena resolver.

Espacios de Oficina: Escritorios Grises y Almas Perdidas

Cambiando de tercio a otra plaga: los espacios de oficina. Ya sabéis, esos diseños ultra-modernos que gritan “creatividad” pero que se sienten más como un catálogo de IKEA despojado de toda alegría. Mira, lo entendemos—el minimalismo es elegante. Pero, ¿todas las oficinas tienen que parecer un estudio sobre “cuán gris se puede hacer un espacio de trabajo antes de que la gente empiece a cuestionarse sus elecciones de vida”?

¿Qué tal esta idea radical: por qué no diseñamos espacios donde la gente realmente pueda trabajar sin sentirse como si estuviera dentro de un acuario estéril? Tal vez añadir algunos colores que no se parezcan a un set de película post-apocalíptica en blanco y negro. O, más radical aún, tener un sistema de sonido que no te haga sentir que estás en la sala de espera de un dentista cada vez que suena el ascensor.

La Terrible Edición de Vídeo y Sonido: El Arte de la Tortura

Por último, hablemos de la edición—o más bien, de su ausencia. Hay toda una generación de creadores de contenido que ha descubierto “Adobe Premiere” pero parece pensar que el primer borrador siempre es la versión final. Noticia de última hora: solo porque has aprendido a añadir una pantalla de título no significa que tu vídeo no necesite, ya sabes, edición. ¿Recuerdas cuando la música tenía ritmo y los vídeos tenían estructura? Esos eran buenos tiempos.

Y la calidad del sonido—¿podemos POR FAVOR hablar de la calidad del sonido? El audio que cambia entre “grabado dentro de una lata” y “transmitido desde una obra” no es una estética; es un grito de ayuda. Cuando escuchamos otra entrevista grabada con un micrófono que parece estar transmitiendo desde Marte, empezamos a preguntarnos si alguien realmente escucha su propio contenido antes de publicarlo. O tal vez todo esto es un plan secreto para hacernos apreciar el silencio del vacío.

¿La Cura? ¡Diseñar con Pulso en la Era Post-Digital!

Aquí va una idea revolucionaria: tal vez, solo tal vez, podríamos diseñar podcasts, videocasts y espacios de oficina con un poco más de vida en esta era Post-Digital. Quizás una pizca de energía, una dosis de humor y—¿nos atrevemos a decirlo?—algo de edición real podrían hacer maravillas. Tenemos las herramientas, gente. Y si no, al menos podemos buscarlas en Google.

Pero como buenos ciudadanos Post-Digitales, que sabemos compartir conocimiento y consejos prácticos, aquí va una lista de recomendaciones para mejorar vuestro contenido:

  1. El Micrófono Adecuado para el Momento Adecuado: No todas las grabaciones necesitan un monstruo cubierto de espuma. Elige el micrófono adecuado según tu entorno—compacto, eficiente y adecuado para la ocasión. Deja los micrófonos gigantes para partidas de videojuegos o la radio en directo.

  2. Diseño Sonoro Original: Por favor, no más intros y outros de audio predeterminados que suenan como música de fondo de supermercado. Invierte en crear un diseño sonoro único y atractivo que realmente mejore tu contenido. Es un arte—trátalo como tal.

  3. Captura de Vídeo con Equipos Decentes: Invierte en buenas cámaras, micrófonos, lentes e iluminación (piensa en Black Magic, Lumix, Nikon, Canon, Tamron, El Gato). Un buen equipo no solo mejora la calidad de tu contenido, sino que también demuestra que te importa la experiencia de tu audiencia.

  4. La Postproducción Importa: Usa software profesional como Motion, DaVinci, Final Cut, Logic Pro, Premiere, o cualquier otra solución que evite que tu audiencia sienta que está en una prueba de resistencia. Y, por favor, deja que alguien con habilidades mínimas lo maneje.

  5. Elimina el Guion: Si sabes de lo que estás hablando, no deberías necesitar uno. La autenticidad no proviene de leer líneas; proviene de un conocimiento genuino. Confía en ti mismo—tu audiencia lo agradecerá.

  6. Deja de Hablar sin Decir Nada: El contenido no se trata solo de rellenar tiempo. Se trata de compartir conocimientos y aprender, y para eso, necesitas ser específico y relevante. Recuerda, no es una competición para ver quién puede hablar más tiempo; se trata de enganchar y enseñar a tu audiencia.

Así que, por el amor a la creatividad, devolvamos algo de alma a nuestros mundos digitales y físicos. Comencemos un movimiento para inyectar vida en la monotonía. Porque si tenemos que escuchar otro episodio de podcast donde lo único emocionante es cuando el gato del presentador salta al teclado, podríamos terminar inscribiéndonos en ese monasterio silencioso después de todo.



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